ÚLTIMAS NOTICIAS | Sección INFORMACIÓN | Fecha
22/07/2010 | Página 4
El ex mandatario fue
distinguido por la Academia de Economía.
Vázquez rechazó adjudicar 'todos los males al
imperio'
El ex presidente Tabaré Vázquez dijo que la palabra
"desarrollo" tuvo un "tufillo burgués" para la izquierda
en el pasado, criticó la "teoría de la queja" que
adjudica "todos los males al imperio" y elogió a los
gobiernos pasados frente a Luis Alberto Lacalle.
Vázquez aseguró ayer que el país se encuentra "en el
camino correcto" para transformarse en un país
desarrollado, con una estabilidad educativa, social y
económica que le permitió mostrarse "sólido ante una
crisis fenomenal". Sin embargo, admitió que "el
desarrollo y la justicia social" alcanzados durante su
gobierno fueron un logro al que "no se llegó desde
cero".
Frente al ex presidente Luis Alberto Lacalle, quien
concurrió a la Cámara de Comercio para asistir al
nombramiento de Vázquez como Académico de Honor de la
Academia Nacional de Economía, afirmó: "Sería mezquino
de mi parte negar que hubo gobiernos y gobernantes
democráticos en el pasado que hicieron mucho para el
desarrollo, así como quienes desde una oposición
vigorosa, pero leal al gobierno, construyeron leyes"
para promover al país.
Con el presidente José Mujica en el auditorio, Vázquez
recordó que en décadas pasadas "la palabra desarrollo
tenía un tufillo burgués" que para la izquierda "hoy ya
no tiene. El desarrollo es un derecho de la gente y en
el mundo actual ese derecho es un objetivo al que no se
llega por atajo ni por decreto". El ex mandatario
destacó la "visión estratégica" que necesitan los
gobernantes y aludió a la reforma del Estado "en la que
se encuentra embarcado, noblemente y con valentía, el
presidente Mujica".
Vázquez también se refirió al proceso de integración
latinoamericana y si bien aclaró que no es "un
descreído", advirtió que hay "demasiadas cumbres,
reuniones, seminarios y conversatorios, pero la verdad
es que nuestros pueblos todavía no viven los
beneficios". Sin embargo, enfatizó que tampoco adhiere a
la "teoría de la queja" para explicar las dificultades
que enfrentan los pueblos del continente para
desarrollarse.
"Estamos acostumbrados a echarle la culpa al imperio de
turno por todos los males. No hemos tenido la
inteligencia o la capacidad de generar un proyecto de
integración. Tenemos que dejar de echarle la culpa al
imperio de turno y asumir nuestras responsabilidades",
indicó.
Aún con esa perspectiva de crecimiento a partir del
propio esfuerzo, reconoció el perjuicio causado por el
proteccionismo generado en forma "contradictoria por los
abanderados del libre comercio". Afirmó que "quienes nos
decían que nos abriéramos al mundo, e hicimos bien los
deberes, son los mismos que hoy ponen cuotas a nuestras
exportaciones y afectan nuestras inversiones. Hoy son
los campeones del proteccionismo, que es al comercio lo
que el autoritarismo es a la democracia".
En respuesta a una pregunta de la economista María
Dolores Benavente, quien le consultó sobre las
posibilidades del país para ingresar al primer mundo,
apuntó: "Tenemos todas las condiciones para lograrlo:
buen nivel educativo, riquezas y un sistema político
consolidado y serio. Así nos ven y eso puede llevar al
Uruguay a encaminarse hacia el mundo desarrollado". Pese
a las dificultades planteadas por una economía que a su
entender continúa siendo "dependiente", destacó que
durante su gobierno se intentó diversificar los
mercados, lo que consideró un paso fundamental para
avanzar en ese sentido. |